Casada desde hace casi 40 años con César Cacace, soy una mujer apasionada por Jesucristo desde el día de mi conversión. Mi mayor anhelo es que mi carácter sea continuamente transformado por la Palabra de Dios, reflejando cada vez más el corazón de Cristo.
Como hija de Dios, he abrazado con gozo el llamado divino de servir y acompañar a las mujeres, ayudándolas a crecer en su fe y en su propósito. Desde el Ministerio de Matrimonios y Mujeres de la Fundación Principios de Vida y la Iglesia Casa de Gracia, trabajo con amor y dedicación para fortalecer hogares, restaurar corazones y animar a cada mujer a vivir plenamente el diseño de Dios para su vida.
Mi deseo es seguir siendo un instrumento útil en las manos del Señor, contribuyendo a que muchas otras mujeres experimenten la gracia, la libertad y la plenitud que solo se encuentran en Él.
Curso: presencial.

